lunes, 30 de enero de 2012

Cómo alegrar una coliflor (Coliflor salteada con morcilla y espárragos verdes)

En un arranque de salud gastronómica, la semana pasada me abalancé sobre una coliflor bien hermosa que vi en la verdulería del súper. Blanca y de carnes prietas, con sus níveas inflorescencias formando una circunferencia cuasiperfecta, parecía una luna llena esperando a que alguien sacara todo el potencial supervitamínico y supermineralizante que llevaba dentro. Y pese al riesgo de atufar toda la casa durante su preparación, me aventuré a meterla en mi carrito y llevármela para casa.

La coliflor es una de esas verduras poco entendidas, de las desgraciadas, diría yo... Al mal olor que desprende al cocinarla hay que sumarle que no es que sea de una digestión precisamente fácil, así que si uno no quieres acabar pegado el techo cual zeppelín por culpa de los gases, es una buena idea echar mano de la culturilla popular y añadir un poco de comino. Y si no es suficiente, una infusión de hinojo y comino, o dos pastillicas de aerored... O abandonar y dejar la coliflor para los valientes y dedicarse a hacer cupcakes.

Retomando el tema, tras darme cuenta de que hacía más de una semana que esa coliflor estaba en mi nevera y que tenía que hacer algo con ella, se me ocurrió hacerla al vapor, y así me planté con 1,5 kg de coliflor cocinada, la ventana de la cocina abierta de par en par y medio paquete de velas de vainilla de Ikea a toda mecha para quitar ese olorcete tan característico del susodicho vegetal. A parte de las patatas con coliflor, la coliflor con bechamel y la coliflor rebozada, pocos platos más de estas flores comestibles conozco. Así que imaginación al poder, consulta de un par de libros de cocina y tachán!! recetas al canto! De esa coliflor han salido varios platos que os iré contando poco a poco. El primero que os traigo es una improvisación total y absoluta, fruto de no saber que cenar después de cocinar tanta coliflor (manda huevos, por cierto!). Se trata de una forma de aprovechar ingredientes que tienes en casa, de darle alegría a la aburrida coliflor y corromper su blancura virginal con el verde de unos espárragos y el negro tizón de unas morcillas... el resultado, espectacular!


Coliflor mancillada

Y hoy no sé qué me ha dado más flatulencias, si comerme los restos riquísimos de unos macarrones con coliflor para cenar, que ya os contaré otro día, o enterarme de que  David Guetta va al FIB. Sí, señoras y señores, el FIB ficha al revienta pistas más famoso de los últimos tiempos, una señal más de que los mayas tenían razón y este año el mundo se nos acaba. Yo de momento me quedo con el cartel del Primavera, y con la confirmación de que tendremos a Bigott haciéndonos bailar con su Cannibal Dinner... enjoy!!






Coliflor salteada con morcilla y espárragos

Coliflor con morcilla y espárragos verdes

Ingredientes para 4 personas:

  • 1 coliflor pequeña
  • 8-10 espárragos verdes
  • 2 morcillas de cebolla
  • ¼ cebolla roja
  • Sal
  • 4 cucharadas de aceite de oliva virgen



Preparación:

  • Cortar la base de la coliflor, quitar las hojas y cortarla en trozos más o menos pequeños, separando las inflorescencias. Lavarla bien y cocinarla al vapor hasta que esté tierna. Si no tienes cesto para cocinar al vapor, puedes hacerlas hervidas.
  • Picar la cebolla y pocharla en la sartén a fuego medio, con el aceite de oliva.
  • Lavar también los espárragos y cortarlos en trozos pequeños, manteniendo las puntas, y añadirlos a la sartén.
  • Picar las morcillas y deshacerlas en la sartén, con las verduras.
  • Añadir la coliflor y subir el fuego para saltear toda la mezcla. Añadir sal al gusto y servir.


Detalle de la coliflor, la morcilla y el espárrago

La coliflor de vida alegre

lunes, 23 de enero de 2012

Seguimos con las ensaladas y los marinados (Pollo marinado con yogur y menta en ensalada)

Os había prometido un mes de Enero lleno de luz y color, con recetas ligeras pero ricas para deshacernos de las lorzas navideñas, pero el segundo trancazo de la temporada, además de un par de viajes de trabajo me han tenido alejada de las teclas y de la blogosfera.

Tenía esta entrada preparadísima desde que hice la ensalada de judías, y se me ha hecho eterno poder enseñaros lo rico que queda el pollo marinado con yogur y menta. Esta idea la saqué de un tipo que sale en un programa de la tele, de esos que se pasan el día viajando por países exóticos y mostrando la gastronomía popular. Yo me pregunto si realmente se comen todo lo que les ponen en la mesa... igual luego se llevan un tupper con las sobras, para el resopón, o para el resto de compañero del programa. Debe ser una faena ser cámara en estos programas, viendo cómo el presentador está probando delicias turcas y tú babeando mientras intentas no perder el encuadre cada vez que el colega menea el bigote... ¿Y qué llevarán en sus neceseres? Almax, protectores gástricos y aerored, que hay alimentos que digeridos en las alturas te juegan malas pasadas...

A lo que iba, el señor en cuestión se encontraba enseñando las exquisiteces de la cocina de la India, y uno de los platos era unas brochetas de pollo marinadas con yogur y menta... y una cosa llevó a otra... y aquí os explico cómo marinar pollo con yogur, toda una experiencia que deja la carne muy tierna. La menta le da un toque exótico... y bueno, te sales del típico pollo a la plancha soso y desangelao! Yo lo preparé en una ensalada, pero puede combinarse con algo de verdura o en forma de brocheta y como más te guste!

El pollo marinado en un día de sol
Para amenizar este plato, os propongo el tema de Devendra Banhart titulado Chicken. Ya había puesto algún tema de Devendra,  un tipo raruno, medio hippy y que hace canciones de estilo folk, rock psicodélico... pero siempre con un toque estrambótico, divertido, incluso freak… Esta canción me hace mucha gracia, porque parece que hable de una invasión de pollos, pollo en el desayuno, pollo en la cena, pollo en el tren, pollo en el avión... y la tonadilla del banjo hace que piense en miles de pollos corriendo, de un lado para otro, desorientados, estresados... vamos pero sin cabeza... vamos, como pollos sin cabeza...  siempre me ha hecho mucha gracia esta expresión! XD







Pechuga de pollo marinada con yogur y menta, en ensalada:

Ingredientes para 4 personas:
Pechuga marinada con yogur y menta

  • ½ kg de pechugas de pollo en filetes finos.
  • 1 ½ yogur natural
  • 6-8 hojas de menta
  • Lechugas variadas
  • 1 tomate de ensalada grande
  • 2 zanahorias
  • 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Sal marina

Preparación:

  • Picar 3-4 hojas de menta y mezclarlas con el yogur.
  • Poner las pechugas en una fuente mediana y cubrirlas con un par de cucharadas de yougur. Poner unos filetes de pollo encima y volver a cubrir con el yogur, y así hasta que se terminen el pollo y el yogur. Dejar marinar en la nevera durante 12 horas.
  • Sacar el pollo de la nevera y retirar el exceso del yogur. Calentar la sartén con un poquito de aceite de oliva y cocinar bien, vuelta y vuelta.
  • Preparar la ensalada, lavando bien los vegetales primero y cortando las lechugas, el tomate y las zanahorias. Disponer en un plato un poco de lechuga, el tomate cortado a rodajas y la zanahoria en bastones. Cortar un par de pechugas en trozos y mezclarlas con la ensalada
  • Preparar una vinagreta con medio yogur natural, 3 cucharadas de aceite de oliva virgen, unas hojas de menta picadas y el jugo que suelte la carne en la plancha. Aderezar la ensalada al gusto y a disfrutar!

La ensalada en todo su esplendor

El pollo marinado a punto de ser devorado





jueves, 12 de enero de 2012

Los clásicos de enero II: dejar de fumar, el gimansio y... otra vez la dieta! (Ensalada de judías verdes aderezada con cebolla roja marinada con vinagre de arroz)

Con casi medio enero del 2012 ya consumido, siguen siendo muchos los buenos propósitos del nuevo año y los relacionados con la salud de los que suelen encabezar la lista de los “top 3 best new year intentions”. Del tabaco y del gimnasio no voy a hablar, del primero porque tengo que decidirme algún día a quitarme esa losa de encima, y del segundo porque, afortunadamente, forma parte de mis hábitos diarios, con lo que no soy de las que empiezan el gimnasio en enero cada año y lo deja en abril.

Así que siguiendo la línea de este mes, continuamos con la lista de recetas ligth, ligeras, hipocalóricas, sanas o como queráis llamarlas, pero al fin y al cabo recetas que os permitirán comer rico y mantener vuestra promesa de Año Nuevo. En realidad, se trata de dos recetas en una. Resulta que durante las vacaciones navideñas realicé la tradicional visita al Wasabi, uno de mis restaurantes japoneses preferidos de Palma, y en el aperitivo nos pusieron una especie de albóndiga aderezada con cebolla roja marinada que estaba exquisita En la mesa de al lado se quedaron maravilladas ante tal exquisitez, y al preguntarle al camarero cómo se hacía tal rico manjar, mis pabellones auditivos empezaron a crecer cual gadcheto-parabólica, para enterarme de cómo se hacía: cebolla roja marinada con vinagre de arroz y azúcar. Mi disco duro empezó a procesar la información y quedó registrada en un lugar seguro. Así que llegada a Barcelona de nuevo, hice la prueba de marinar la cebolla, pero de forma acelerada: en el libro de Modernist Cuisine explican cómo marinar cebolla con vinagre y utilizando calor y vacío. Mi cocina no es tan moderna, pero se me ocurrió meter la marinada en una bolsa de esas de congelar con cierre “zip”, junto con la cebolla y ponerla al baño María durante una par de horas... el resultado, espectacular!! Su sabor avinagrado, pero con un toque dulce es ideal para darle sabor y un toque oriental a platos con base de verduras y ensaladas.

Pues una cosa llevó a la otra, y utilizando otros ingredientes que, tal vez no tienen mucho que ver, juntos quedaron en una ensalada de judías verdes realmente exquisita y que bien podría formar parte de la carta de un restaurante japonés, si me permitís el atrevimiento. Y como de japonese va la cosa, se me ha ocurrido enseñaros este tema de Pizzicato Five. Ya os he puesto algo de ellos, pero es que me encantan y para esta receta van al pelo. La canción se llama Mon Amour Tokyo y tiene ese aire sesentero que tanto caracteriza a los Pizzicato... Enjoy!





Ensalada de judías verdes con cebolla roja maridada con vinagre de arroz


Ingredientes para 4 personas:
Ensalada de judías verdes

  • 600 g de judías verdes frescas
  • 40 g de cebolla roja maridada con vinagre de arroz
  • 150 g de queso fresco light
  • 150 g de papaya
  • Un puñado de nueces
  • Aceite de oliva virgen
  • Salsa de soja

Preparación:

  • Lavar bien las judías y cortarles las puntitas. Reservar
  • Poner una olla con agua al fuego. Cuando empiece a hervir, escaldar las judías (es decir, dejarlas unos 4-5 minutos, si te gustan que estén al dente). Retirar del fuego y refrescar con agua corriente en un colador.
  • Cortar el queso, la papaya y las judías y ponerlas todas en un bol. Añadir las nueces a trocitos y la cebolla marinada. Ojo, que la cebolla queda con un sabor potente, así que no hace falta poner mucha, pero eso irá luego al gusto de cada uno.
  • Aliñar con aceite de oliva y la salsa de soja, mezclando bien para que todos los ingredientes se impregnen de los sabores.
  • Y tenéis una plato delicioso que podéis comer cuando queráis, como primero o acompañando un segundo! Que aproveche!


Ensalada de judía verde aderezada con cebolla marinada con vinagre de arroz


Cebolla roja marinada con vinagre de arroz exprés
Así de bonita queda la cebolla

Ingredientes:
  • 1 cebolla roja mediana
  • 1 vaso de vinagre de arroz
  • 30 g de miel
  • 1 pizca de sal
  • 1 bolsa de congelar con cierre zip








Preparación;

  • Cortar la cebolla en tiras finas e introducirlas en la bolsa
  • A continuación poner 30 g de miel en un bol y añadir el vinagre de arroz. Remover hasta que queden ambos bien integrados. Añadir la sal
  • Introducir la marinada en la bolsa y cerrar bien quitando todo el aire.
  • Poner una olla con agua al fuego e introducir la bolsa. Dejar unas dos horas, vigilando que el agua no llegue a hervir.
  • Colar la cebolla, enjuagar con agua corriente y escurrir bien.
  • Está lista para aderezar ensaladas, aunque tengo que probar cómo queda en sofritos... quien sabe!!
Cebolla marinada con vinagre de arroz



lunes, 9 de enero de 2012

Los clásicos de enero: la cuesta, las rebajas y la dieta (Rollito de pollo relleno de queso y espinacas con guarnición de arroz integral)

Ya tenemos un nuevo año con nosotros y con él llegan los clásicos de enero: la cuesta, las rebajas, nuevos discos, grupos revelación y por supuesto, las dietas. El día que abrí el blog me prometí que no me metería en estos jardines dietéticos, pero es que después de estas fiestas me voy a pasar el mes siendo buena, a ver si recupero un poco la forma después de tanto roscón y tanta tarta de leche merengada. Lo de las fresas, como es un postre ligerito, pues no me pesa demasiado, ni en la conciencia ni en las caderas.

Ponerse a dieta es lo más triste del mundo. Sí, porque la mayoría de la gente cree, erróneamente, que estar a dieta es coserse la boca, comer soso, verdura hervida, pollo a la plancha, pescado hervido... y que cuanto más sufres, más adelgazas. Al neardental que se le cayó la acelga en su correspondiente recipiente con agua hirviendo e inventó las acelgas hervidas, deberían haberle manteado hasta la saciedad. Así cualquiera adelgaza, se te va el hambre sólo de ver esos platos tristones, descoloridos y con menos gracia que el retrato robot de Mazinger Z... Luego están los creyentes, aquellos que confían ciegamente en esos polvitos mágicos, que los disuelves en un vaso de agua caliente y puedes prepararte desde una sencilla sopa, a una tortilla o unos macarrones con queso... Siempre me he preguntado cómo debe ser adelgazar comiendo así, a base de polvos todo el día... mmmm.... me ahorro el chiste, vale? ;-p

Bien, queridos amiguetes, mi intención con estas palabras es enseñaros que otro mundo es posible, lleno de colores, sabores y aromas que ayuden a recuperarnos sin tener que sufrir el maltrato de una pescadilla hervida o el ataque de una coles de bruselas recocidas. Mi plan es el siguiente: volver a comer como lo hacía antes, sí, ni más ni menos, mucha verdura, pescado, pollo, cereales integrales, fruta... Controlando las cantidades, poniendo especial cuidado en no pasarme con las grasas y dejando aparcados una temporada algunos vicios y delicatessen, es posible recuperarse (eso si has cogido 2-3 kilitos, si te sobra mucho más... más te vale que consultes con un dietista!). Y con un poco de deporte, esto es pan comido!! :D

Esta receta que traigo hoy es una forma de darle gustito al pollo, y salirse del típico pollo a la plancha. Son unos rollitos de pechuga, que se aderezan con sal y pimienta blanca al gusto, se untan por un lado con queso crema light y se añaden unas espinacas escaldadas y unas semillas de sésamo. Se hace el rollito y a la plancha que se haga bien (una buena plancha casi no necesita aceite). Como guarnición, un arroz integral salteado con un poquito de aceite de oliva virgen, en el que previamente se ha dorado un ajo en láminas, añadido un poco de cebolla roja a trocitos y un par de tiras de tomate seco en aceite. Como me sobraron algunas espinacas, las añadí también. Sazonar con sal y pimienta al gusto y listo! Si se complementa con un primero a base de verdura, como una ensalada, una crema o menestra... tienes un menú completo, que te deja saciado y con las calorías justas! Ya os iré contando otras ideas para darle sabor a los platos sin tener que echar mano de aceites, mantequillas, natas, chorizo y esas cosas que tanto nos gustan.


Rollitos de pollo con arroz integral

Recuerda que toda dieta debe ir bien complementada con algo de deporte. Pero si te da pereza salir a correr, o ir al gimnasio, siempre puedes pegarte un baile como el que se pega el prota de este video. The Black Keys es un grupazo de Ohaio que me tienen enganchada a sus discos de rock and roll del bueno... Este temazo, Lonely Boy, abre su último disco titulado El Camino y es tan bailongo que no podrás parar hasta que lo quemes todo, todo, todo...





Rollitos de pollo relleno de queso y espinacas con guarnición de arroz integral

Ingredientes para 4 personas:

  • Los rollitos rellenos de espinacas y queso
    ½ kg de pechugas de pollo fileteadas muy finas (esto es importante, porque si no tardará mucho en cocinarse el pollo que quede en el centro del rollito)
  • Queso de untar light, tipo Philadelphia
  • Un manojo de espinacas frescas
  • 200 g de arroz integral
  • ½ cebolla roja
  • 2 ajos
  • 2 trozos de tomate seco en aceite
  • Sésamo tostado
  • Sal
  • Pimienta blanca





Preparación;

  • Escaldar las espinacas en agua hirviendo: esto es, introducirlas en el agua y sacarlas inmediatamente. Quedarán vistosas, verdes y tiernas. Si te pasas con el escaldado, y las hierves, se convertirán en una masa verde parduzca que ahuyentará de la dieta al más valiente.
  • Mientras tanto, poner al fuego otra olla con agua suficiente y añadir el arroz cuando ésta rompa a hervir. Recuerda que el arroz integral tarda un pelín más en cocinarse que el blanco, lee las instrucciones del fabricante para asegurarte una cocción correcta.
  • Extender la pechuga en una tabla limpia y salpimentar al gusto, untar el queso, añadir unas semillas de sésamo y unas hojas de espinacas escaldadas  troceadas.
  • Enrollar las pechugas sobre sí mismas y cerrar con un palillo. Calentar en la sartén unas gotas de aceite de oliva y cuando esté muy caliente, poner las pechugas y marcarlas por todos los lados. Una vez marcadas, bajar el fuego y cocinar unos 5-7 minutos por cada lado (aunque dependerá de lo gruesas que sean las pechugas). Si a pesar de vuestra insistencia, vuestro carnicero o carnicera no entiende la diferencia entre el corte de una pechuga muy fina y el de un chuletón, siempre lo podéis acabar en el horno, precalentado a 180ºC, durante unos 7-10 minutos.
  • Cuando el arroz esté al dente, enfriar rápidamente y dejar escurrir. Mientras tanto, dorar en una sartén con una cucharada de aceite de oliva dos ajos en láminas y la cebolla cortada a trocitos. Añadir el arroz, el tomate seco picado y las espinacas que sobren. Salpimentar al gusto y servir!

Que aproveche... y suerte con la cuesta!

Nota: esta es una forma fácil y sencilla de preparar un plato resultón cuando se está haciendo dieta. Pero ojo, que las cantidades las carga el diablo, unta la pechuga con queso, no la embadurnes en queso, y espolvorea el sésamo por la pechuga, no la camufles con el sésamo... ¿Entendido? Quizás no es el menú a la que está la mayoría de gente acostumbrada cuando hace dieta, pero es que yo prefiero llegar un poquito más tarde a mi destino, pero disfrutar del camino! 




jueves, 5 de enero de 2012

A la tercera va la vencida!! (Roscón de Reyes a los tres chocolates)

Como bien sabéis, este es un blog donde cuento mis experiencias gastromusicales. Algunas veces son más gastro, otras más musicales, pero al fin y al cabo, parte de mi vida y milagros en la cocina y con mi banda sonora particular.

Pues bien, aquí estoy para contaros mi primera experiencia con el roscón de Reyes. Hace unos días que de repente, empezaron a aflorar en la gastroweb las mejores recetas de roscones de Reyes, fáciles, tradicionales, originales... al fin y al cabo, esta noche llegan los Reyes Magos y toca comer roscón. A mí no me gusta el roscón de Reyes... la fruta escarchada y los icebergs de azúcar por encima me dan repelús y el agua de azahar me suena a agua de Lourdes. Así que pensé en buscar una receta de masa dulce y darle forma de roscón y así tenía yo mi roscón particular... y me hice con una receta de brioxe al que pensé darle forma de roscón, pero mi falta de experiencia repostera (por no decir nula) y la visita del fontanero (sí, del fontanero... por mal que suene...) me obligaron a deshacerme de la masa más pegajosa que había visto nunca.

Tras solucionarse el problema de la fuga de agua la cocina, me propuse el segundo intento con la masa de briox, cuando descubrí que en La Receta de la Felicidad, SandeeA ya había publicado su receta de roscón... sin fruta escarchada y sin agua de azahar!!! yupiiiii!!! Manos a la obra, empecé a seguir la receta pero la masa más pegajosa del mundo volvió al ataque y tuve que vencerla con más harina. Todo bajo control, roscón al horno y al sacarlo me encontré con el roscón más feo del mundo, formado por unas bolitas secas, apelmazadas, que nada tenía que ver con la foto que yo ví... “En esta receta algo está mal”, la voz de mi madre, que todo lo sabe y todo lo ve... “Imposible, SandeeA no se equivoca”, mi voz incrédula y yo ojiplática, mirando el triste espectáculo que había salido del horno. Decepción... :-( Pero la fortuna quiso que de repente me fijara en una parte de la receta que no había seguido, y es que la masa tiene que fermentar (levar) dos veces! “Serás figa mustia!”, la voz de mi madre, que sigue sabiéndolo todo y que todo lo ve...

Así que a la tercera va la vencida, porque el tres es un número mágico, tres eran los cerditos, los mosqueteros, los tenores y los Reyes Magos. En el cole era el número 3 de la lista, viví media vida en un tercero y somos tres hermanos... Y me encantaba el pinball del número 3 de Barrio Sésamo con su circo y todo! (no lo he encontrado en castellano, pero así aprendemos inglés, que buena falta nos hace!)




Podría pensar en más cosas con el número 3, pero entonces no llegaría a contaros cómo fue hacer un roscón de Reyes, pero de verdad. Bien, hacer un roscón de reyes es un auténtico suplicio si nunca has hecho uno y tienes que amasar a mano. Lo siento, alguien tenía que decirlo!! Me tiré media hora para conseguir amasar la masa madre, y 1 hora!, sí 1 hora para amasar la masa principal!!! Porque hay que amasar, y amasar hasta que se despega la masa de las manos, no vale el truco de la harina, que me lo dijo SandeeA en un tuit...
Madre mía, tengo las manos que parece que haya montado todo un piso con los mueble de Ikea y su maldita llave allen... sí, sí, así te quedas después de hacer un roscón... Claro, que tengo manos de mantequilla y menos fuerza en los dedos que un mosquito, pero si tenéis maquinita de esas de amasar, no os compliquéis la vida a no ser que queráis quemar por anticipado las calorías que luego os meteréis entre pecho y espalda, porque tengo que decir que el roscón está espectacular!!

Y aquí está mi roscón de reyes, que incluye sorpresas de chocolate dentro para todos, porque hemos sido muy buenos este año y nos merecemos mucho y más. Pero lo mejor de hacer este roscón es que he aprendido una gran lección: si quieres conseguir algo, inténtalo una y otra vez, hasta que salga, que a la tercera, va la vencida! :-)



Roscón de Reyes

Para recibir a sus Majestades, dejadles un trocito de roscón con un copazo de anís del mono y esta canción de Sufjan Stevens. El chico con el nombre impronunciable hace canciones bonitas y tiene esta versión de "I saw three ships", una canción navideña que habla de tres barcos que llegan el día de Navidad...




Roscón de Reyes (masa adaptada de La Receta de la Felicidad)

Ingredientes (tienen que estar a temperatura ambiente):

PARA EL AZÚCAR GLAS AROMATIZADO:

  • 120 g de azúcar glass
  • La piel de un limón mediano
  • La piel de una naranja mediana
Esto puedes hacer con todos estos ingredientes


PARA LA MASA MADRE:

  • 70 ml de leche
  • 10 g de levadura fresca de panadería
  • 1 cucharadita de azúcar
  • 130 g de harina de fuerza (la de repostería)

PARA LA MASA:

  • 60 ml de leche
  • 70 g de mantequilla
  • 2 huevos medianos
  • 15 g de levadura fresca de panadería
  • 450 g de harina de fuerza
  • 1 pizca de sal
  • 25 g de chocolate negro
  • 25 g de chocolate con leche
  • 25 g de chocolate blanco

Preparación;

PREPARA EL AZÚCAR AROMATIZADO:

  • Rallar la piel del limón y la naranja y mezclarla con el azúcar glass. Tener cuidado de no llegar a la parte blanca de la naranja ni del limón, que si no amarga.
  • Reservar.

PREPARAR LA MASA MADRE

  • Deshacer con los dedos la levadura en la harina y añadir el resto de ingredientes.
  • Amasar bien hasta que se forme una bola compacta. Esto puede llevar su tiempo si no tienes mañana con el amasado... paciencia!
  • Llenar un bol con agua templada, hacerle dos cortes a la masa en forma de cruz e introducirla en el agua.
  • Dejarla ahí hasta que aumente su tamaño y flote, lo que suele ocurrir en unos 15 minutos. A mí me tardo eso, más o menos, pero si os tarda más no os preocupéis, porque puede ocurrir, así que tened paciencia y esperad a que flote.

PREPARAR LA MASA PRINCIPAL

  • Poner la harina en un bol grande y deshacer la levadura en ella con los dedos.
  • Añadir la leche, los huevos, uno a uno, el azúcar aromatizado, la pizca de sal, la masa madre y mezclar bien. Amasa, amasa y amasa... no desistas!!! 
  • Entre amasado y amasado, ir añadiendo la mantequilla a trocitos. Una vez se despegue de las manos, pasar la masa a una superficie de trabajo, como una mesa o el banco de la cocina, que esté bien limpio y ligeramente engrasado con unas gotas de aceite y amasar un poco más, hasta que quede una masa compacta.
  • Formar una bola y dejarla en un bol grande, tapado con un trapo, durante 1 hora o 2, hasta que doble su volumen. Es posible que tarde más, así que tened paciencia de nuevo.
  • Una vez haya doblado su volumen, volver a amasar para quitar un poco el gas que se ha generado en la fermentación.
  • Con la masa que os quede, se pueden hacer uno o do roscones, dependerá del tamaño del molde o de cómo lo queráis. Si queréis hacer dos, dividid la masa en dos partes iguales y trabajad cada una por separado.
  • Dividir la masa con la que se vaya a hacer el roscón en 6 partes iguales, hacer unas bolas e introducir en cada una de ellas los trocitos de chocolate. Yo puse un tipo de chocolate en cada bola, de forma que me quedaron 2 bolas con chocolate blanco, dos con chocolate con leche y otras 2 con chocolate negro. Pintar las bolas con un poco de leche.
  • Para hornearlo, lo mejor es poner las bolas en un molde redondo desmontable al que hemos untado con un poquito de aceite previamente. Las bolas han de quedar separadas 1 cm más o menos entre sí. En el centro se puede poner un cilindro metálico de emplatar, para que el agujero se mantenga una vez horneado y no se cierre el rosco.
  • Pues ya sólo queda hornear unos 20 minutos a 180ºC, calor arriba y abajo, vigilando bien que no se queme. Si ves que se empieza a tostar mucho por arriba, puedes taparlo con papel de plata. Yo, además, bajé un poquito la temperatura.
  • Para decorarlo, haz una plantilla de una corona, que puedes sacar de internet, y espolvoreas con azúcar glass ayudándote de un colador.

Ya vienen los Reyes, con el aguinaldo...

Roscón de Reyes con sorpresa de chocolate

Pues esto es todo amiguitos, se acabaron la serie de postres y dulces navideños, que la semana que viene comenzamos con los buenos propósitos... a ver si os traigo algunas recetas para los que empecéis vuestro plan post-Navidad-pre-verano... ;D Besets!!