Eels |
Dicen los gurús del
desarrollo personal que en la vida hay que marcarse objetivos personales y profesionales, pero yo tengo incluidas dos categorías más: la gastronómica y la musical. Y
centrándome en los objetivos musicales, uno que tenía pendiente era ver a Eels
en concierto. Así que tras quedarme a las puertas de su última visita a la
Ciudad Condal en septiembre de 2010, no hubo un atisbo de duda en mi dedo al
dale al botón de “comprar entrada” para el concierto que dio el 27 de abril en
la sala Barts de Barcelona (antiguo teatro Arteria), dentro de la 24a edición del Festival
de Guitarra. Y sí, guitarra hubo para dar un rato. La banda sonó potente y brillante
y no sólo por su saber hacer, sino porque la sala Barts es de las pocas preparadas para acoger acústicamente conciertos de
este calibre. Al menos las pocas veces que he ido, la música ha sonado redonda.
Ni Razzs ni Apolos, ni puñetas, creo que de todas las salas en las que he
estado en Barcelona, la Barts es, sin duda, de lo mejorcito para escuchar un
concierto en condiciones.
Nicole Atkins |
Dicho esto y yendo al lío,
disfrutamos como aperitivo de las canciones de Nicole Atkins,
una cantautora menuda proveniente de una ciudad llamada Neptune, Nueva Jersey
(me pregunto cómo debe ser decir: "Hi! I come from Neptune!" y que no te miren
con cara de marciano…). En cualquier caso, fueron apenas 30 minutos en los que
el vozarrón de Nicole dio paso a lo que fue un concierto de rock en toda regla,
con una banda sobre el escenario de altura, que disfruta de cada nota arrancada
a sus respectivos instrumentos. Allí estaban para presentar su último disco,
Wonderful, Glorious, Mr. E, líder y vocalista de Eels, con el resto de sus acólitos. El señor nos encandiló con sus
bailes, con los abrazos a sus colegas y no faltó el momento emotivo en el que
renovó los votos de amistad con uno de sus guitarristas, Ched, con quien lleva
tocando ya 10 años. Imagino que se trata de algo que forma parte del show y que
deben repetir en cada concierto de la gira, pero a juzgar por las caras de toda
la pandilla, incluyendo E y Ched, no dejaron de disfrutar y emocionarse en el
solemne acto.
Mr. E |
El concierto comenzó con
Prizefigther, de su disco Hombre Lobo, y ya estuvo todo dicho, aquello pintaba
más que bien. Del nuevo disco sonaron, entre otras, Kinda Fuzzy, New Alphabet,
Peach Blossom, Open my present y Stick Together, además de Wonderful, Glorious
para ir cerrando boca, claro. Pese a basarse bastante en el último disco, Mr. E
nos regaló perlas como Fresh Feeling (una de mis favoritas), Hombre Lobo, Fresh Blood, My Beloved Monster y Mr. E’s
beautiful blues. Un no parar de rock, blues, guitarras y discursos de Mr. E a
lo predicador de teletienda, gritando que quería una siesta, y a lo que sus
esbirros le contestaban a golpe de batería o de guitarra. En definitiva un gran
concierto, de esos de los que te ponen una sonrisa en la boca y que terminamos
coronando con una parmigiana y unas lasañas de quitarse el sombrero, en un
lugar del Raval del que os hablaré un día de éstos.
Os dejo con Peach Blossom,
mi canción favorita del Wonderful, Glorious, una canción que suena contundente
pero que habla de cosas tan lindas como oler las flores de los melocotoneros,
las caléndulas y los lirios . Y ya me callo. Que suene la música. Enjoy!
Oh man, feel so nice,
That was a long cold night…
PD: para aquellos que sean profanos en Eels y su líder, Mr. E, os recomiendo que os leáis su autobiografía, Cosas que los nietos deberían saber, una maravilla de libro que te muestra las entrañas de un adorable freak con el que empatizas a la primera, tras conocer las vicisitudes por las que ha pasado.
Más fotos del concierto: aquí
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