Reciclando que es gerundio (Tomates cherries secados en el horno)

Bien podrían ser unos tomates secados al sol!

A partir de Septiembre vamos a alucinar pepinillos con la que nos va a caer... entre subidas de IVA, bajadas de sueldos, restricciones de pagas extras y no sé cuántas cosas más, me parecen pocos los que, desgraciadamente, tienen que buscar su sustento en las sobras de los demás. La vida ya no está para desperdiciar nada y, basándose en este dogma, son muchas las webs que hablan de un fenómeno que se ha puesto de moda: el DIY (Do It Yourself – Hazlo tú mismo), donde te explican desde cómo reciclar unas cucharas soperas y transformarlas en preciosos portavelas, hacer un original móvil con chapas para regalarle por su cumpleaños a tu prima o unos lindos maceteros con las botas de agua que se han quedado pequeñas a tus hijos.

Sí señores, estamos en un momento vital en el que la sostenibilidad empieza a formar parte de nuestras vidas y, ya no sólo porque nuestros descendientes puedan campar a sus anchas por campos con riachuelos cristalinos y sin espumita de esa tan desagradable, sino porque aplicando algunos principios básicos sobre sostenibilidad, podremos ahorrarnos unos eurillos, ahora que está tan sufrido el pobre. Desde cerrar el grifo en la ducha o mientras te lavas los dientes, a utilizar lavados cortos en la lavadora o aprovechar sobras de las comidas.  Ya he publicado algunas recetas hechas con restos, pero creo que ésta que os voy a enseñar hoy es la que he hecho de forma más consciente, pensando en que no quiero tirar algo que no tiene muy buen aspecto, pero es total y absolutamente comestible.

Todo empezó un día que descubrí una pequeña cajita de plástico de tomates cherry en la nevera. Ni me acordaba de ella, y a juzgar por el aspecto de pasa arrugada tipo la vieja de “Algo pasa con Mary”, debía de hacer unas semanas que andaba por ahí. Así que me propuse no tirarlos, pero estaban tan arrugaditos los pobres, que me daba cosa comérmelos tal cual... Así que pensé en secarlos en el horno. Como ya estaban algo deshidratados, quizás podría ser una forma de aprovechar esos tomates y darles un final culinario digno. De ahí que se me iluminara el cerebelo y me decidiese a meterlos en mi adorado horno, con un resultado más que aceptable... diría yo que espléndido! Y si no, juzguen ustedes mismos! Estos tomates los usé en una receta de pasta que os contaré otro día, y no sé si se pueden meter luego en aceite y conservarlos así, porque me zampé todos ellos... Un día de éstos lo probaré y os cuento.

Como hace ya días que hice esta receta, no recuerdo qué estaba sonando en casa... Sin embargo, y pensando en este digno final tomatero, qué mejor que acompañe a esta receta la voz de Ella Fitzgerald y Louis Armstrong peleándose por si les gusta más lo tomatoes o tomatoes... Let's Call the Whole Thing Off es una canción que se escribió en 1937 para el musical Ritmo Loco (Shall We Dance) de los inseparables Fred Astaire y Ginger Rogers, que habla de las diferencias regionales en la pronunciación de algunas palabras inglesas... Disfrutad de esta deliciosa versión de Ella y Louis...

Things have come to a pretty pass, 
Our romance is growing flat...

Tomates Cherry secados al horno

Los tomatitos antes

Ingredientes:

• 1 bandeja de tomates Cherry.
• Un buen chorro de aceite de oliva virgen.
• Sal.

Preparación:

• Precalentar el horno a 200ºC, calor arriba y abajo.
• Lavar bien los tomates y cortarlos en cuartos.
• Disponerlos en la bandeja del horno, añadir un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y sal.
• Bajar la temperatura a 150ºC y hornearlos durante una hora.

Nota: es la primera vez que hago los tomates así, con lo que es posible que el tiempo de horneado pueda variar en función de la cantidad de tomates, o incluso del tipo de tomate utilizado. Por eso es importante que vayas vigilando su cocción cada cierto tiempo. Te asegurarás de que quedan perfectos!

Los tomatitos después