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Curry de Calabaza y Quinoa |
Mi
entrada en el otoño no sólo se caracteriza porque pierda el moreno,
la ropa del armario se encoja después de las vacaciones, o decida
volver al gimnasio, sino porque empieza de nuevo la temporada de
conciertos, y de calabazas. Oficialmente, es el BAM (Barcelona Acció
Musical) quien da el pistoletazo de salida, pero un cartel algo
flojete y otros menesteres me han tenido este año alejada de las
plazas barcelonesas. Sin embargo, a quien no podía perderme era a
McEnroe, uno de esos grupos que tienes ahí, que te los pones de vez
en cuando y que, de repente, te paras a escuchar de verdad y se te mete por dentro, quedándote enganchada para toda la vida. Podría decirse que McEnroe no
es un grupo apto para depresivos ni flojos de espíritu, y aunque su
música sea melancólica y oscura, te atrapa para no dejarte marchar
jamás de los jamases.
El
concierto de ayer fue redondo, una hora de canciones entre las que
sonaron Islandia, Tormentas, La Cara Noroeste y Las Mareas. Una hora
llena de letras con sentido que sólo McEnroe sabe transformar en
canciones, una hora que se me hizo corta a pesar de las idas y
venidas de los paquis con sus servesa-un-auro-amigo.
Impresionante la cantidad de latosos que había ayer por las plazas,
que no hacían más que pasar por delante, parándose y ofreciéndote
cerveza, y no... no servía ignorarles, esta vez se te plantaban
delante y hasta que no les decías que no, no se marchaban... así no
había quien disfrutase del concierto como toca... Y es que el mundo
conciertil está lleno de especímenes que pueden destrozarte la
experiencia para la que te has estado preparando semanas y semanas. He aquí, tras muchos años de investigación, los perfiles que debes evitar a toda costa si no quieres arruinarte un concierto:
- La torre: ese ser de dos metros de altura y espalda tipo armario-ropero que se pone delante tuyo justo antes de empezar el concierto, cuando el lugar está atiborrado y no puedes ya cambiar de sitio. Sólo te queda esperar a que empiece el concierto, y que el movimiento natural de los asistentes al son de las canciones desplacen al individuo fuera de tu campo visual.
- El Sombrerero Loco: ser moderno está muy bien, pero por el amor de Dior, no te pongas sombrero para ir a un concierto, que TAPAS A LOS DEMÁS.
Un inconsciente sombrerero loco - La garrapata: este especimen me hace especial gracia. De repente notas cómo alguien se te pega al lado y empieza a ejercer una presión directamente proporcional a tu campo visual. Tú plantas los pies en el suelo y no los mueves y entonces ejerces la misma presión hacia él, tratando de compensar su fuerza ... y de repente se gira indignado y te grita NO EMPUJES!! Y tú te quedas con cara de panolis pensando si no te estará tomando el pelo y muy educadamente le dices que era él quien estaba empujando, se indigna más aún y entonces te das cuenta de que delante tiene a La Torreo o al Sombrerero Loco y lo entiendes todo... aunque tú sigues sin moverte, claro...
- El arrima-cebolleta: se trata del típico listillo que pasa por detrás tuya y, aprovechando la coyuntura y la aglomeración, te coge por la cintura mientras pasa por detrás tuya, bien pegadito, rollo jamón de york en un sandwich mixto... Se puede ser más asqueroso??!!? :s
- Rapunzel: dícese de aquella fémina con larga melena, que se la lava con champú de coco, y que se planta delante tuya sin parar de tocarse el pelo durante todo el concierto... ahora me lo recojo, ahora me lo suelto, ahora me lo recojo, ahora me lo suelto, ahora me lo recojo, ahora me lo suelto y así hasta el infinito y más allá. Cuando termina el concierto maldices la hora en la que tu madre te obligó ir al instituto y no te dejó matricularte en la academia de peluquería...
- El fans total: aquel que lleva la camiseta del último tour del grupo en cuestión, que no para de saltar, de bailar, que se sabe todas las canciones, te agarra, te las canta, te anima a que cantes con él y pide a gritos su tema favorito entre canción y canción.
Todos
tenemos algo de estos personajes. Yo misma, sin ir más lejos, soy
una mezcla entre la torre (pero no llego a los dos metros, eh?, ni de
coña!), rapunzel (pero sin usar champú de coco) y fans total, sobre
todo cuando se trata de un grupo animado, que con McEnroe, por muy
fan que sea una la cosa no da para ponerse a dar botes. Ya lo he dicho antes, no apto para depresivos... Si no, juzgad
vosotros mismos, letras deliciosas y melodías que transmiten todo lo
que una quisiera decir pero no sabe como. Mundaka es el tema que
“cierra” su último disco titulado Las Orillas. Y digo “cierra”
porque en el CD hay un temilla por ahí escondido, para deleite de
los fanses.
Y si abrimos las ventanas para ver amanecer,
y nos quedamos en la cama hasta la hora de comer...
Y si abrimos las ventanas para ver amanecer,
y nos quedamos en la cama hasta la hora de comer...
Curry
de calabaza y quinoa
Ingredientes para 4
personas:
Más curry de calabaza y quinoa |
- ½ kg de calabaza
- 3-4 tomates maduros
- 1 cebolla
- 1 bote pequeño de garbanzos
- 70g de quinoa
- 100g de anacardos
- 2-3 puñados de espinacas frescas
- 1 trozo de raíz de jengibre
- 4 cucharadas soperas de aceite de oliva
- 2 dientes de ajo grandes
- 1-2 cayenas
- 1 cucharadita de postre de cúrcuma molida
- 1 cucharadita de postre de semillas de comino
- 1 cucharadita de postre de curry
- 1 rama de canela grande
- Sal y pimienta
- 500 ml de agua.
Preparación:
- Cortar la calabaza en cuartos y pelarla. Ten cuidado no te descuartices los dedos. Una vez pelada, cortarla en dados.
- Pelar la cebolla y cortarla en aros. Pelar los ajos y cortarlos en láminas finas. Rallar el jengibre muy fino.
- Poner medio litro de agua a hervir.
- En una sartén tipo wok, poner el aceite de oliva y añadir los aros de cebolla y la calabaza, removiendo bien durante unos 5 minutos.
- Añadir el ajo y el jengibre, la cúrcuma, las semillas de comino y el curry, e impregnar bien las verduras con las especias.
- Pasar los garbanzos por agua del grifo para quitarles el líquido de conserva y dejarlos en un colador para que escurran bien. Lavar también la quinoa en un colador de malla fina y dejar escurrir.
- Añadir los garbanzos y la quinoa al wok, mezclar bien y añadir el agua caliente. Tapar y dejar unos 10 minutos con el fuego bajo, removiendo de vez en cuando.
- Lavar y cortar los tomates en trozos grandes, añadirlos a la sartén, remover y dejar tapado otros 10 minutos a fuego lento, removiendo de tanto en tanto.
- Añadir sal y pimienta al gusto.
- Antes de servir, añadir los anacardos y las hojas de espinacas.
- Que aproveche!